…cuando tu quieras oírlo
Nunca quise almacenar audios. Me resulta como mirarte al espejo; te recuerda tus virtudes que son pocas y tus defectos que tu mismo te encargas de magnificar.
La verdad es que la gracia del sitio es la coincidencia entre unos (parlantes) y otros (oyentes) y la magia que pueda crearse en ese momento.
Pero no estoy aquí para haceros sufrir, pendientes de los caprichos del tiempo o de la disponibilidad para poderos mandar mensajes vía ondas webelianas.
Much@s me habéis comentado que dónde se podían escuchar algunas emisiones, casi siempre en las que interveníais (el ego, eh).
Bueno, pues ya los tenéis!
Están aquí. Sí, justo aquí debajo; pulsando el triangulito de la derecha.
Qué disfrutes!
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